/

31 de julio de 2013

La galerna se lleva al Racing.

Gento, Setién, Amavisca, Colsa, Mutiu, Radchenko, Salva Ballesta, Felipe Melo, Santillana, Munitis, Ceballos, Garay, Pagaza, Zigic, Benayoun, Toni Grande, Pachín, Mellberg, Smolarek...Todo el mundo conoce a estos jugadores, todos son grandes, algúnos incluso históricos, y todos tienen algo en común: todos han jugado en el Racing, que tampoco ha andado cojo en cuanto a entrenadores se refiere: Maguregui, Nando Yosu, el añorado por todos Manolo Preciado, Irureta, Miera, Marcelino, Cúper, son ejemplos de que el Racing ha tenido talento en el campo y también en el banquillo. El Racing ha sido un equipo que siempre ha caido simpático entre el resto de las aficiones, un equipo que siempre sabía combinar el clásico "fútbol del Norte" con jugadores de calidad. Esa época parece que, desgraciadamente, ya pasó.
 


Fundado en 1913 (el 20 de Agosto cumple su centenario), el Racing ha pasado por momentos dificiles a lo largo de su historia ya que, aunque ha tenido momentos especialmente brillantes, nunca ha dejado de ser un modesto, siempre más cerca de los puestos bajos que de los nobles. Logró asentarse en Primera tras uno de sus múltiples ascensos en 1993, y se mantuvo hasta el descenso del 2001.Por el medio, les dio tiempo para disfrutar del Pichichi de Salva Ballesta, las diabluras de Munitis (que le darían para ser internacional y firmar por el Madrid) y ver como el equipo crecía. Al año de descender volvían a Primera de la mano de Setién, otro histórico de los montañeses, y en 2008, con Marcelino en el banquillo, lograban su mejor clasificación, u sexto puesto que les daba el accseso a la UEFA. Santander tocaba el cielo.


Pero el futuro que le esperaba al Racing era más oscuro de lo que cabía esperar. El problema del Racing, dicen sus aficonados, siempre ha estado más en el palco que en los banquillos o en el cesped. Ya en 2003 pasó por momentos bochornosos de la mano del empresario de origen ucraniano Dimitry Piterman.Tras hacerse con el control del 24% de la masa accionarial del club, decidió jugar a ser entrenador y, como ya había hehco en el Palamós, situó a Chuchi Cos de hombre de paja en el banquillo mientras que el, a veces como utillero, a veces como delegado, mandaba en el equipo. Fue un milagro que en aquella situación, en manos de semejante lunático y siendo la mofa de la Liga, el Racing lograse mantener la categoría. A la temporada siguiente dejo de tener representación accionarial y dejó el club.

Era el prologo de lo que ocurriría siete años después. Con esa facilidad que parece que tiene el Racing para atraer hacía si a empresarios mediocres, aprovechados o, directamente, timadores, en 2010 desembarcaría el empresario hindú Ali Syed. El indio puso pie en el club como un elefante en una cacharrería, prometiendo grandes inversiones económicas para colocar al Racing en la cabeza de la Liga, celebrando los goles en el palco como un loco y provocando la inicial simpatía de lo exótico. El equipo se salvo en esa temporada con cierto márgen, pero la temporada que viene no fue lo mismo. En lougar de inversiones, el Racing acumulaba deudas cada vez menos asumibles, problemas deportivos y rumores acerca de la legalidad de ciertas inversiones de Syed, que desapareció y dejó al margen, como testaferro, a Ángel Lavín. Cupér se iría y el equipo descendería a Segunda. 


A partir de aquí, poco más se puede contar que no quepa en el significado de la palabra esperpento. Comenzaron la pretemporada con Unzue de entrenador, pero antes de comenzar la temporada lo deshecharon debido a que no podían pagarle el sueldo. Se trajo al lucense Fabri, que se fue a las 17 jornadas, sustituido por Gay y este, a su vez, por Menéndez. El equipo, totalmente desgobernado, sin juego, sin calidad e incluso con rumores parece que veraces de tongo en el partido contra el Hércules, dio con sus huesos en 2ºB. A nivel administrativo, el club es un auténtico caos. La mayoría de acciones las sigue poseyendo Syed, que se encuentra en paradero desconocido, y las Asambleas de socios se aprueban con irregularidades impropias de un club que se dice profesional. Lo pequeños accionistas claman en el desierto y, mientras, se aprueba una ampliación de capital de resultados más que inciertos.

En estos momentos, con el club en las alcantarillas de 2ºB, el club se agarra al clavo ardiendo de un descenso administrativo de algún Segunda que le haga reclamar plaza en la categoría, como ha hecho el Murcia con el descenso del Guadalajara. De momento, la opción de ocupar la del Mirandés se esfumaba ayer poco antes de las 12 de la noche, cuando el presidente de este confirmaba que habían cubierto los 400.000 euros necesarios para quedarse en Segunda. Le queda la bala de una posible auditoría del Alcorcón en la que se pueden detectar irregularidades en la conversión en SAD, lo que les costaría la plaza. Fútbol, en definitiva, de despachos, lo cual es una nefasta noticia para el Racing, ya que precisamente en ese campo es en el que peor ha jugado siempre.

Por @Dani:_LQDM

No hay comentarios:

Publicar un comentario