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4 de abril de 2013

Leyendas del Madridismo: Raúl González Blanco



Séptima entrega, 7, el número mágico del Real Madrid, dorsal reservado para los jugadores que venían a marcar una época: Kopa; el “Brujo” Amancio; el mito Juanito; Butragueño, bajo su batuta pasó toda una quinta o Cristiano Ronaldo, un jugador de otro planeta. Pero, con todos mis respetos a todos ellos, dos incluso ídolos míos, si me permitís la licencia, mi 7, mi amor blanco, mi leyenda es Don Raúl González Blanco.


Lo es por muchas razones, la primera: crecí con él, Raúl era un niño cuando debutó con el primer equipo y se fue siendo un hombre de los pies a la cabeza, cuando él jugó su primer partido ante el Zaragoza yo era una niña de 7 años (curiosa coincidencia) y cuando se despidió emocionado del Real Madrid como jugador yo era una “mujer” de 23 años que lloraba desconsoladamente porque su Raúl, su niño, se marchaba del club de nuestros amores. Crecimos juntos, él como futbolista y yo como madridista.
Nadie se esperaría que aquel niño que nacía en el barrio madrileño de San Cristóbal de los Ángeles el 27 de junio de 1977, llegara a ser el símbolo, “El Gran Capitán” del Real Madrid. Este apodo no es casualidad, que llegara a ser el buque insignia del Madrid tampoco, sus números hablan por sí solos (y sólo son algunos de sus récords):

  • Títulos: 6 Ligas, 4 Supercopas de España, 3 Copas de Europa, 2 Copas Intercontinentales, 1 Supercopa de Europa y 1 Liga de Qatar.
  •  Real Madrid: 741 partidos oficiales y 323 goles. 
  • Selección española: 102 partidos y 44 goles.   
  • Máximo goleador de la historia de las competiciones oficiales de clubs de la UEFA: 77 goles. 
  • Máximo goleador de la Copa de Europa con 71 goles.
  • Delantero del Año en Europa por la UEFA en tres ocasiones.
  • Dos pichichis. 
  • Balón de Plata de 2001. 
  • Tercer clasificado en el Jugador Mundial de la FIFA de 2001. 
  •  Jugador con más goles en la historia de los torneos europeos de Primera división: 228 goles en la Liga española y 28 en la Bundesliga.

Sin embargo, Raúl es mucho más, inteligente, un jugador de instinto, el más listo del área pequeña y con una mentalidad ganadora fuera de lo común. Siempre quiere más, se ha superado día a día, temporada tras temporada, no ha sido el mejor técnicamente pero ha sido el mejor de todos, Maradona dijo de él “ ’un genio’ que destaca por llevar un nivel que ningún jugador soporta tantos años".

 Suya es la obra de arte llamada “la cuchara”, en la mente de todos está la imagen de Raúl marcando en el Camp Nou y mandando callar a todo un estadio, momento inolvidable para todos los vikingos y que entró por la puerta grande en la historia del fútbol (se me pone la carne de gallina sólo de pensarlo) o el mítico aguanís en la final de la Intercontinental de 1998, sus palabras para referirse a este momentazo fueron: “Cuando yo jugaba de pequeño con 10 años, a lo mejor iba a tirar y amagaba, el defensa se iba al suelo, y el portero también... Entre los padres lo llamaban el Aguanís, entonces mi padre, que estaba en Japón se acercó a un periodista y le dijo ‘metió el gol de Aguanís’ ”. Así hizo el gol: “Recibí el pase de Seedorf muy precioso al pie y el control del balón se me fue a la izquierda. Vi venir a Vitor muy rápido y enseguida pensé en driblarle. Ajusté el recorte muy cerca de mis pies. Al salir del regate pensé en tirar a puerta, en un instante cambié de opinión. Amagué el disparo y Odvan se lanzó a cortarlo, quedando fuera de mi línea de tiro, me encontré con el portero fuera de posición y la portería toda para mí. Era sólo cuestión de elegir el hueco para meter el balón”. Estos son algunos de los momentos inolvidables, a los que sumamos sus encuentros con nuestra Diosa Cibeles, su capote y sus celebraciones después de cada gol, cada beso en su anillo para su mujer, cada golpecito en el escudo para sus hijos o cada señal con sus pulgares a su 7, a nuestro 7, al 7 del Madrid y de España.

 


Él ha sido “El Gran Capitán” dentro y fuera del campo, siempre a la altura del escudo que nos une a todos. Garra, casta, fuerza, amor al  Real Madrid por encima de todo y de todos, el que siempre estaba ahí para tirar del carro y daba la cara por el club y por la afición. Xabi Alonso le definió a la perfección: “Raúl representa todos los valores del Real Madrid”; Pepe recuerda con cariño al Capitán por pequeños detalles que le hicieron tan grande: “Le tengo un especial cariño porque desde que me lesioné se ha interesado muchísimo por mí. Tuvo un gran detalle de bajarse del banquillo al vestuario conmigo. Eso no lo olvidaré nunca”; Casillas le veía como todos nosotros: “Es un símbolo del Real Madrid. Un gran capitán se define en las buenas y en las malas, sabiendo dar la cara en todo momento"; Cristiano Ronaldo siempre quiso jugar con él: “Desde niño soñé con jugar al lado de Raúl. Ha sido un honor compartir vestuario con él”; Zidane decía que Raúl era un ejemplo para todos y Di Stéfano, al más puro estilo “Saeta” comentaba: “No es de esos fantoches, ni un 'agrandao'. Es un tipo humilde, le conozco desde hace muchos años... Es un madridista cien por cien”. Esto habla de lo que ha significado el 7 para todos, leyendas de hoy y de siempre, y lo que sentimos los aficionados por este hombre que cambió la vida de muchos de nosotros.

Todo homenaje a Raúl, todas las palabras que se puedan decir o escribir de él, es poco. Rulo se marchó, triunfó en Alemania “El Señor” y es un ídolo hasta en Qatar, pero volverá, tiene y debe volver a su casa, a nuestra casa, porque Raúl es el Madrid y el Madrid es Raúl.
 

¡HALA MADRID Y HALA RAÚL SIEMPRE!


by @lareinaDesparta


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