El Real Madrid se impuso por 3-0 al Atlético de Madrid, y a
Clos Gómez, en el mejor partido de la temporada.
Se guardó un respetuoso minuto de silencio antes de comenzar el partido, del que alguna afición que se hace llamar la mejor, o la más sabia, podría aprender.
El Real Madrid salió al partido muy concentrado, aunque algo
timorato, cosa que fue subsanando con el paso de los minutos. El Atlético, por
su parte, salió a lo de casi siempre (digo casi, porque contra el Barcelona
salen como 11 corderitos): repartir, repartir, y repartir. Diego Costa en los
primeros minutos actuó en banda izquierda, por lo que Coentrao fue el destinatario
de su suciedad; recibió dos empujones sin venir a cuento, que, por supuesto, el
árbitro obvió. Apenas inquietó el Atlético en la primera mitad, más que en un
cabezazo desde la frontal de Arda, que Casillas despejó, no sin alguna
complicación. En estas llegó una gran jugada de Di María, en la que se fue de
dos hombres, pasó a Pepe, quien chutó a puerta, el balón pegó en Insúa, despistando a
Courtois, y se coló en la portería.
El el 1-0 dio tranquilidad al Real Madrid, y avivó la sed de
tibias del Atlético, pero, como siempre, la primera amarilla fue para Pepe en
una jugada que viene de un penalti claro a Arbeloa (que ponga no pitado, sobra,
ya que el último penalti que pitaron al Real Madrid queda bastante lejos, casi
tanto como la última vez que el Atlético jugó con 10, y no vale contra el
Barcelona) por empujón de Miranda. Tuvo buenas ocasiones para ampliar esa
renta, pero unas veces la falta de acierto, y otras la buena actuación del
portero colchonero lo evitaron. Diego dio un pisotón por detrás a Cristiano,
con el balón lejos de la jugada, por la que bien pudo ver la roja, pero Clos lo
dejó en amarilla. Poco después hizo una dura entrada a Arbeloa, pero no tuvo lo
que hace falta para expulsarle y, por ello, Simeone, listo él, le cambió al
descanso.
La segunda parte comenzó con el Atlético en campo del Real
Madrid, pero ese pequeño dominio no se tradujo en claras ocasiones de gol.
Diego Costa vio la tarjeta amarilla por revolverse contra Di María tras
quitarle éste el balón. En principio no jugará la vuelta, pero con este comité,
todo es posible. Un pase estratosférico de Di María para Jesé lo culminó el
canario con un toque sutil, ante el que nada pudo hacer Courtois.
Siguió el
dominio blanco, pero en un córner pudo marcar Godín de cabeza, pero Luka Modric
bajo palos salvó de manera acrobática, y casi en la siguiente jugada llegó un
disparo de Di María, uno de los hombres del partido, que pegó en Miranda, y
entró en la portería, haciendo el definitivo 3-0. Lo celebró llevándose el
pulgar a la boca; menos mal que no estaba Ayza, ya que podría haberlo
interpretado como dirigido al cuarto árbitro.
Siguieron las patadas de aquí al
final, lo que costó algunas amarillas más al Atlético. Cabe destacar que el Mono Burgos le puso la mano en la cara a Arbeloa y Raúl García a Pepe, pero, como no lo hizo Cristiano, el árbitro no pensó que había necesidad de mostrar rojas.
El resultado obtenido para el partido de vuelta es muy
bueno, ya que, como se ha dicho, el Real Madrid hizo el partido más completo de
la temporada, brillante en todas las líneas, pero si hay que destacar a alguien
tienen que ser: Pepe, Coentrao, Modric, Jesé y Di María, que estuvieron
perfectos.
El árbitro, hoy que se ha ganado y bien, se puede decir sin
que le llamen a uno llorón, estuvo desastroso, como siempre que nos arbitra.
Absolutamente vergonzosa la actuación de este árbitro, como siempre que está de
por medio el Real Madrid, porque cuando no, es un buen árbitro.
Amarillas:
Pepe 24’
Diego 27’
Costa 61’
Juanfran 78’
Miranda 88’
Goles:
Pepe 17’
Jesé 57’
Di María 73’
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