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24 de octubre de 2013

Tres puntos y nada más.


No sé si alegrarme o preocuparme. Ayer sin duda se han conseguido tres puntos importantes en un grupo que pintaba mucho más difícil de lo que hasta hoy ha sido. Un 2-1 frente a un grande de Italia, la Juventus de Turín, no suena para nada sencillo teniendo en cuenta que no solo se jugaban los puntos, sino, un 'empujón' a la moral de la plantilla de cara al 'Clásico' frente al Barcelona por la Liga y también, como dijo Carlo, para mejorar el juego y funcionamiento del equipo.


Sin embargo, para todo lo que significa ser el Real Madrid, lo visto anoche no fue del todo alentador o al menos a mí, no me generó la satisfacción que debería. Es más, lo que sí me generó fue un mar de dudas, y quizá unos vayan a matarme por eso, porque sé que lo importante es ganar, lograr los objetivos y tal, pero el problema es que no podemos conformarnos con eso. Basta con ver la 2da parte del partido y nos damos cuenta del conformismo inminente de casi todos los jugadores. Solo Di María, quien se entregó con toda el alma, Marcelo que corría y corría e intentó siempre atacar hasta el último minuto. Y Morata quien ingresara con muchas ganas (como siempre).

Me quedo con un gesto de Cristiano pidiendo a sus compañeros que subieran a atacar junto a él. Y es que, luego del 2-1 y la expulsión de Chiellini, da la sensación de que el Madrid entendió que con eso bastaba y que la Juve sería incapaz de hacernos daño (por suerte, así fue) y perder puntos en el Bernabéu. O al menos, esa era la percepción al ver a muchos jugadores 'caminando', cuando lo que más precisaba -quizá- era matar de una vez y cuanto antes al rival y luego estar más tranquilos e ir pensando en la jornada liguera. Ojalá, esta actitud no nos vaya a pasar factura tarde o temprano; es más, ojalá y el equipo cambie esa actitud. Bastaba ver la cara de Carletto para darse cuenta del descontento que tenía.

Tampoco es que sea una situación alarmante o de vida y muerte, pero es que si no cambiamos el chip, volveremos a quedarnos con nada. Debemos siempre jugar como contra el Dortmund, o como se inició contra la Juve en los primeros minutos: con hambre, con mucho ímpetu, con mucha ambición; que no ansiedad y desesperación por ganar pronto porque tampoco es "salir como cabras locas" , pero sí con determinación y con actitud ganadora.

@crobert_

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