Durante el día
de ayer se jugaron las dos semifinales masculinas del US Open, luchando por un
puesto en la final, saltaban a la pista dura de Nueva York los dos mejores
tenistas del mundo, Novak Djokovic y Rafa Nadal. Si Nole ganaba a Wawrinka y
conseguía colarse en la final, mantendría el número uno del mundo. Nadal tenía
que deshacerse de Gasquet para seguir sumando puntos y poder ser número 1 si el
suizo ganaba a Nole y él se coronaba como ganador del último Grand Slam del
año.
Los primeros
en salir a la pista fueron Stanislas Wawrinka y Novak Djokovic. El serbio,
hasta ayer, era el único que no había cedido ni un set. Pero Wawrinka no se lo
iba a poner fácil y consiguió robarle no una, sino dos mangas al todopoderoso
Nole, forzando así el set definitivo. Sin embargo, tras más de cuatro horas de
partido, Wawrinka acabó cayendo por 6-2, 6-7(4), 6-3, 3-6 y 4-6.
Djokovic
comenzó el partido con muchos errores (14 errores no forzados) no parecía él,
no vamos a quitar méritos a Wawrinka, pero el serbio cedía sus servicios uno
tras otro y cuando conseguía hacer un break, enseguida le hacía el suizo un
contrabreak.
En la segunda
manga, el juego de Nole mejoró, sus winners superaron esta vez a sus errores no
forzados, pero aún así tuvo que ir hasta la muerte súbita para poder empatar a
un set el encuentro. Pero pronto Wawrinka se puso por delante en el marcador
una vez más. El suizo jugaba muy agresivo y, además, le acompañaba un servicio
muy sólido. Papeleta muy difícil para el serbio.
El esfuerzo lo
acabó pagando Wawrinka en lo que restaba de encuentro, tuvieron que entrar las
asistencias para atenderle. Ya no volvió a desplegar el tenis con el que estaba
deleitando al público, cosa que aprovechó Nole para ganar los dos sets
posteriores y meterse en su quinta final del US Open.
Rafa Nadal
salió a disputar su encuentro de semifinales frente al verdugo de David Ferrer
sabedor de que al finalizar esta edición del US Open no será Número 1 del
mundo.
Nadal no
mostró su mejor tenis frente a Gasquet pero fue suficiente para superarle por
6-4, 7-6(1) y 6-3. No fue el Rafa que vimos ante Robredo, pero supo bloquear la
principal arma de su rival, su excelente revés, sin esto, el francés no pudo
hacer daño a Nadal, sumando así su undécima derrota frente al manacorí (11-0). Pero,
Gasquet, sí que ha sido el único en hacerle un break al español en todo el
torneo.
Rafa ha
seguido el guión que parece haberse impuesto desde que comenzase este US Open,
un break a las primeras de cambio y rentabilizar esa ventaja durante toda la
manga. Un camino que le ha acabado llevando a la final.
Gasquet hizo
lo mejor que sabía, revés y saque red, pero Rafa impertérrito aguanto el
chaparrón como pudo, mientras que con su servicio apenas sufría.
El Nadal-Djokovic
que nos aguarda en la final, es el enfrentamiento más bonito que podemos ver
actualmente en el mundo del tenis, y el que más veces se ha repetido. El de
mañana será el trigésimo séptimo, con un balance a favor del español de 21-15. Mañana
más y mejor.
¡VAMOS RAFA!
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