Esta semana el
protagonismo de las ‘Leyendas del Madridismo’ es para un jugador de los ’90, un
delantero que vino al Real Madrid tras el punto y final de la ‘Quinta del
Buitre’, cuando el club blanco resurgió de sus cenizas para comenzar un nuevo
reinado en Europa: Davor Suker.
Davor Suker
nacía en Osijek, el 1 de enero de 1968, en la República Federal Socialista de
Yugoslavia, la actual Croacia. Su familia estaba muy ligada al deporte, sin
embargo, ninguno había practicado fútbol antes. Davor tenía algo especial, un
algo que se vislumbró desde muy temprano, cuando jugaba en el colegio, el
equipo de su ciudad natal se fijó en él y le fichó. De esta manera, llegó a
debutar en Primera División con 19 años, llegando a las categorías inferiores
de la selección de su país y proclamándose Campeón del Mundo Sub-20. Sólo un
año más tarde, Suker fue el máximo goleador de su equipo, hecho que, sumado a
su trayectoria con la selección, le llevó a fichar por el Dinamo de Zagreb. Su
trayectoria en Yugoslavia tocó a su fin por el comienzo de la Guerra del país,
guerra en la que se dividió el país en varios Estados nuevos. Esta guerra trajo
consigo una crisis económica que produjo que Suker, entre otros, tuviese que
abandonar el país. Comenzaba así, el periplo de Davor por España.
En 1991, llega
al Sevilla, donde coincide con Iván Zamorano, al que sustituirá años más tarde
como delantero centro del Real Madrid, con Simeone y con Maradona. En el club
hispalense permanece durante cinco años, en los que marcó 76 goles en 153
partidos. Es en 1996 cuando el croata llega al equipo merengue por 600 millones
de pesetas. A los mandos del equipo Fabio Capello que contó con grandes
jugadores que llegarían en el futuro próximo a ser grandes estrellas, Raúl,
Mijatovic, Roberto Carlos, Seedorf, Redondo… Dos grandes a su lado para
competir por la delantera, competencia que hizo que ese año se proclamasen
campeones de Liga. La campaña siguiente, con Jupp Heynckes dirigiendo al
equipo, Suker consiguió uno de sus sueños, convertirse en Campeón de Europa, la
ansiada, la famosa Séptima llegaba de la mano de este inolvidable grupo, en una
noche mágica ante la Juventus. Después de esto, sólo un año más estuvo en la
disciplina blanca, su bajón físico y malas relaciones con el ahora entrenador,
Toshack, hicieron que el 30 de mayo de 1999 Suker se marchase al Arsenal.
Después de éste, llegó el West Ham, una temporada en cada club inglés, para
terminar marchándose a Alemania donde puso punto y final a su carrera
futbolística en 2003.
Davor Suker no
sólo tiene en sus vitrinas una Liga y una Copa de Europa, también cuenta con
una Supercopa de España y una Copa Intercontinental. Pero, además, en lo
personal se erigió como el Bota de Oro del Mundial de 1998. A esto le sumamos
el hito de ser el máximo goleador de la historia de su selección.
El croata
deslumbró por su rapidez y su excelente técnica, considerado un artista del
fútbol por ambas cualidades. Su zurda era temida por los porteros rivales y es
que lo mismo le ponía un balón preciso a uno de sus compañeros, que mandaba el
balón hasta el fondo de las mallas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario