/

20 de julio de 2013

Ligue1: Democracia, dictadura... ¿bicefalia?

A pesar de que por la Ligue1 han pasado auténticos jugadorazos a lo largo de su historia desde que se estableció como liga profesional en 1933, estaremos todos de acuerdo en que nunca ha sido de las ligas más seguidas de Europa, ni la más glamourosa. Exceptuando algunos momentos puntuales (el Marsella del mafioso Tapie, el Mónaco subcampeón de Europa, el PSG de Raí...), la Ligue1 siempre se ha considerado una liga secundaria, vivero de futbolistas que luego triunfaban en el extranjero y, algunas veces, punto de retorno de viejas glorias de Francia que volvían a casa para retirarse. No existía capacidad económica, marketing ni interés en Le Championnat. Los éxitos de la Selección (Eurocopas, Mundial del 98 ganado en casa...) no acababan de servir como banderín de enganche para los clubes nacionales, posiblemente porque la inmensa mayoría de los jugadores de aquellos magníficos combinados jugaban en el extranjero. 


Si hay algo, no obstante, que siempre ha atraído a los aficionados de la Ligue1 es lo que ellos mismos definían como "la competición más democrática de todas". En otras palabras, la posibilidad de casi cualquier club de poder aspirar a ganar Le Championnat. Si se repasa el cuadro de honor de la liga francesa desde 1933, momento de su profesionalización, nada menos que 18 equipos diferentes han ganado al menos una vez el título. Ahora que parece que todo gira en torno a PSG y Mónaco, no está mal recordar que el equipo que más títulos tiene en su poder son los blanquiverdes del Saint-Etienne, con 10 ligas, seguido por el Olympique de Marsella con 9 y el Nantes, con 8 torneos en su haber. El Mónaco tiene 7 y, algo que seguro que sorprende a más de uno, el PSG tan solo cuenta con 3 ligas (1986, 1994 y 2013).

Estos datos reflejan que la Ligue1 era mucho más entretenida de lo que se puede imaginar. Girondins, Lille, Lens, Nantes, Niza...todos han tenido sus momentos de gloria. Las comparaciones con otras ligas más "glamourosas" dejan claro que, a menor dinero, mayor igualdad. Eso ocurría hasta que apareció el Olympique de Lyon de Jean-Michel Aulas.



El Olympique de Lyon (OL) se establece como club profesional de fútbol en 1950, pero pasó sin pena ni gloria por la Ligue1 hasta la decada del 2000. De la mano de su peculiar presidente, estableció una auténtica dictadura en el fútbol francés. Entre la temporada 2001-02 y la 2007-08 arrasó con todos los rivales. Coupet, Juninho Pernambucano, Cris, Govou, Malouda, Fred, Essien, Diarra, Toulalan, Abidal, Revelliere, Benzema... Año tras año, título tras título hasta completar la mejor racha histórica (7 ligas consecutivas, todas las que el club posee). Nadie le tosía, y año tras año se reinventaba ante las ventas multimillonarias de sus fútbolistas contratando a otros que se convertían en estrellas para ser vendidos y cerrar el círculo, el OL se convirtió en el auténtico tirano de Francia.

Tras la racha victoriosa del OL, cortada en seco por otro histórico, el Girondins de Burdeos en 2009, parecía que volvería la alternancia al campeonato. El Olympique de Marsella sucedió al Girondins y los sorprendentes Lille y Montpellier ganaron las siguientes hasta que, el año pasado, dos hechos cortaron en seco esa tendencia. El aterrizaje de Al-Khelaifi y su dinero en el PSG, ganando la Ligue1 de calle, y la compra por parte del magnate ruso Ryboloviev de otro histórico que penaba por la 2º División: el Mónaco.


Y llegamos a la actualidad. Dos gigantes que han absorbido todo el interés, el marketing y el talento de la Ligue1. El PSG lleva gastados cerca de 200 millones en fichajes, y el Mónaco supera los 140. Nada escapa a su poder de atracción ni a su poder económico y la perspectiva de una liga bipolar, con los dos megamillonarios en un mano a mano de 38 jornadas, dejando las migajas al resto, amenaza con terminar con la alternancia en el título. Eso si, la lluvia de millones que han traído salpica también al resto: los derechos de televisión se han encarecido con la llegada de los cracks que ambos han fichado y el interés por la Ligue1 ha crecido exponencialmente, con el beneficio en publicidad que esto significa.

Es probable que el romanticismo de una liga competida se haya perdido, quizás para siempre, y estemos ante una nueva liga de dos velocidades, como la española o la alemana, pero también es seguro que dos nuevos grandes han aparecido en Europa. PSG y Mónaco prometen batalla.

Por @Dani_LQDM

No hay comentarios:

Publicar un comentario