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17 de abril de 2013

Nosotros no hablamos de los árbitros


Si nos remontamos al pasado, aunque un poco solamente, igual a alguien más que a mi le resulta curiosa la frase que da título al artículo, sí, me refiero a que cuando llegó Guardiola al F.C. Barcelona, allá por el año 2008, se adoptó a nivel institucional la política del “nosotros no hablamos de los árbitros”, desde mi punto de vista, muy respetable, siempre y cuando, claro, se cumpla, y no nos tomen por (con perdón) gilipollas. Me explicaré:
El primer año fue bien, ganó todos los títulos en juego y no creo que tuviese quejas del arbitraje, ya que estamos hablando del año del polémico Chelsea- F.C. Barcelona en Stamford Bridge, el que algunos consideran, bueno consideramos, el mayor atraco de la historia reciente del fútbol.


El segundo año comenzó a hablar, por ejemplo, tras ser expulsado contra el Almería declaró que “Clos Gómez miente”, pero fue en Champions contra el Inter cuando dio rienda suelta a sus reproches arbitrales; es cierto que el gol que le meten en la ida, el que supone el 3-1, es fuera de juego, pero no es menos cierto que Messi (si, Messi) debió ser expulsado por partir los dientes a Maicon. De eso no habló. Y de la vuelta es mejor no escribir, basta con ver la expulsión de Motta a mediados de la primera parte.

Podéis pensar que tengo la mente enferma, y no os corregiré, pero estas quejas coinciden temporalmente con el momento en que deja de ganar todo. ¿Simple casualidad? No lo creo.
El tercer año, situémonos, temporada 2010-2011, es de la llegada al Real Madrid de su actual entrenador, José Mourinho. Ese año las críticas a los arbitrajes fueron subiendo de nivel, llegando a su punto más álgido en las primeras horas del día 21 de abril de 2011, en torno a la 1:00 hora española, cuando Guardiola declaró, tras perder la final de Copa frente al Real Madrid, que “hemos perdido por la excelente vista del linier”. Y se quedó tan ancho. Y los periodistas se quedaron tan anchos. Y la mayoría de gente se quedó tan ancha. Pero vamos a ver, ¿cómo se puede criticar el acierto de un árbitro? ¡Es lo último ya eso!

En Liga, como la ganó, me imagino que no tendría quejas, aunque se podría hablar de muchas cosas de esa Liga, y no, no os voy a hacer un Barcelona, tirando la piedra y escondiendo la mano; esas cosas son las siguientes: arbitrajes muy perjudiciales para el Real Madrid (tirando de memoria se me viene a la cabeza el arbitraje en Almería de Pérez Lasa, ese nuevo blanco de críticas culé por no haber señalado penalti en un piscinazo de Adriano en el Bernabéu, ¡habrase visto!), incumplimiento del reglamento de la competición (recordemos que el F.C. Barcelona llega 30’ tarde a Pamplona; para cualquier otro equipo, con peores relaciones en la RFEF, ello hubiera supuesto la pérdida del partido y de 3 puntos, pero como lo hicieron ellos supuso sonrisas y un apretón de manos, y, puede que, esto no me consta, una palmadita de Villar al estilo ¿qué más quieres que te dé, Sandro? Pero eso es suposición). Recordemos declaraciones de Alves este año como la de “quejarse es de perdedores”, porque serán de vital importancia para lo que sigue. Nota al margen: de la injusta expulsión de Pepe en Champions, por supuesto, no se dijo ni una palabra.
Y pasamos a la temporada 2011-2012, esta es la más divertida, lo reconozco, ya que fue la temporada en que todos estos neomoralistas fueron desenmascarados. Al principio se habló de que no le pitaban penalties (¡pobrecitos!), luego Xavi declaró que “si tiras atrás este año nos han perjudicado más que nos han beneficiado”, Messi, tras el partido contra el Villarreal dijo que “los árbitros son muy soberbios, no se puede hablar, enseguida te amenazan con tarjeta”. Y luego tenemos la especialidad de la casa de Guardiola, que consiste en frases estándar, como por ejemplo, nosotros no hablamos de los árbitros PEEEEEEERO (inserte aquí la queja) “el penalti es demasiado claro”, “el penalty es escandaloso”…etc. Y cómo olvidar la persecución de Xavi y Guardiola al linier en Pamplona, o lo que Andújar Oliver suele denominar como “el corro cochinero” para pedir amarilla, incluso roja, cada vez que hay una falta.

Y no olvidemos la rueda de prensa de despedida de Guardiola, esa de "en esta liga han pasado cosas". En fin, podríamos seguir sacando ejemplos que en nada alterarían la conclusión a extraer de este artículo, y es que, en el fútbol, como deporte que es, todos quieren ganar, y si te perjudican, te vas a quejar. ¿Quejarse está bien? Pues si te sientes perjudicado sí, lo que ocurre es que si te has erigido en autoridad moral por encima del bien y del mal, pues no, es inadmisible. No critico que el F.C. Barcelona hable de los árbitros, sino que diga que no lo hace para quedar como los buenos de la película y luego hacerlo. Eso precisamente es lo que hace que me lleven los demonios.
Si recordáis alguna otra anécdota al hilo del artículo que penséis que es digna de mención no dudéis en comentar abajo, ya os digo que hay muchas más, pero no es cuestión de aburriros, así que os invito a participar si queréis.
Ah! os recuerdo que en una semana exactamente jugamos el partido del año, ¡HALA MADRID!

By @CarlosCorraliza

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