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13 de enero de 2014

Cristiano Ronaldo, Balón de Oro



Cerca de las ocho de la tarde del lunes día 13 de 2014, Gala del Balón de Oro y el sueño de antaño de un niño de Madeira se hacía realidad, por segunda vez, Cristiano Ronaldo era condecorado como el mejor jugador del mundo.




Mi creencia en el Balón de Oro quedo en un lugar recóndito de mi memoria, desde aquel fatídico año en el que sin ninguna duda se produjo ‘El Tongo de Oro’, el año en el que el auténtico 7 de España, el 7 del Madrid, predecesor de Cristiano, don Raúl González Blanco se quedo a las puertas de la gloria viéndose superado, aún no se sabe la razón por Michael Owen. 


A partir de ahí, grandes jugadores lo han ganado y merecido también Ronaldo, Ronaldinho, Kaká y el propio Ronaldo han sido los justos ganadores, inclusive podría llegar a decir que Messi es merecedor de uno, y digo uno, ni dos, ni por supuesto tres, ni la locura de cuatro. Y es por esto último, por lo que mi fe en este premio, y la de muchos, ha ido devaluando año a año, temporada tras temporada viendo como cambiaban los criterios dependiendo  de lo que hiciese el ganador y si, al final, se gana por ser el mejor la diferencia entre los balones de oro del argentino (4) y Cristiano, uno hasta hace unos minutos, era un insulto al fútbol y a mi inteligencia, no porque crea que el luso es mejor que el otro, que también, sino porque no creo que el segundo sea ni superior, ni tan superior como para aventajarle año tras año.




Siempre lo he dicho, “me alegraré por Cristiano si le gana, sé que él será un poco más feliz” y si él es un poco más feliz, el madridismo también lo será. No lo cambiaría por ningún título con el Madrid, pero siendo sincera, tampoco pensé que podía llegar a emocionarme tanto, no ha hecho falta ver la emoción de Cristiano al saberse por fin reconocido después de tanto, antes, solamente me hizo falta escuchar por fin que mi Comandante, mi ‘Cristi’ por fin volvía a alcanzar su sueño.


No sólo es el reconocimiento al mejor, que también, sino a la lucha insaciable, al hambre de mejorar, al orgullo, al trabajo, a la inteligencia, al saber estar, al ser el mejor profesional de la historia.


Mucho tendrá que cambiar la cosa para que la justicia de este año siga por el mismo camino en los venideros, hoy se ha abierto un pequeño camino para la esperanza, como siempre ese rayo de luz lo ha dejado pasar el mejor de todos, Cristiano.



Para el recuerdo sus palabras: “No tengo palabras para describir este momento. Gracias a todos mis compañeros, al Real Madrid, a la selección y a mi familia. Este es un honor enorme. Gracias a mi presidente y a muchas personas que están aquí. Ellos saben el sacrificio que fue ganar este Balón de Oro” “También quiero mencionar a Eusebio y Madiba (Mandela) y a mi novia y a mi hijo. Es un momento muy emocionante para mí y no puedo hablar más”, sus lágrimas, las de su madre, la emoción de Irina y sobretodo y todos, el pequeño Cristiano Jr subiendo a por el premio tras su padre, decir ‘para comérsele’ es poco.


Desde aquí, todo mi apoyo, admiración y sí, fanatismo, por el hombre que me hace creer en cada partido, para uno de los hombres que más felicidad me ha proporcionado, me proporciona y me proporcionará y porque como ya dijo él…


1, 2, 3… ¡Hala Madrid! Y… ¡Hala Cristiano!




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