Los jugadores del filial son los mismos que hace mes y medio, pero su confianza se ha multiplicado. Si antes temblaban las piernas en defensa, ahora los zagueros despejan con contundencias. Si entonces la portería rival se le hacía diminuta a los atacantes, ahora encuentran rendijas para golear. Ante el Córdoba, el Castilla supo esperar su momento para soltar los zarpazos y superar a un rival que sesteó hasta que se vio por detrás en el marcador.
Mucho orden, poco riesgo, ningún regalo. Esperando el chispazo que rompiese el marcador. Lo intentó dos veces Lucas, pero sin fuerza. En el 35’, De Tomás perdonó una doble ocasión clarísima (Saizar y arriba) y, en el 42’, el ariete ya no perdonó. Cabrera abrió en largo, Lucas hace un control buenísimo en carrera, toca atrás y De Tomás fusila a la red.
Con 1-0, el Castilla se vio ante su guión favorito: el Córdoba tenía que dar un paso adelante y eso le abre espacios para matar a la contra. Jaime y Lucas, eléctricos en las bandas, hicieron sufrir a la zaga cordobesista y se mascaba el segundo, que llegó en el 64’. Borja abrió hacia la izquierda, Jaime centró y Lucas apareció en el segundo palo para marcar. A la carrera se gustaba el Castilla y al Córdoba le costaba llegar hasta Pacheco, que se lució en una doble parada a Xisco. Tras varias contras fallidas, Burgui sentenció tras una buena jugada. Muy feliz el final de año para el Castilla, que suma 13 puntos de 15 con Díaz y ya es uno más del pelotón, y no el farolillo rojo.
@Ricardo_Lopez7
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