Con hat trick perfecto de Gareth Bale, Real Madrid golea 4-0 a Valladolid, sin Cristiano Ronaldo.
El Real Madrid ganó 4-0 al Valladolid y
encontró un estilo que rozó la perfección en la primera parte del
encuentro, donde el conjunto blanco abrazó definitivamente un sistema
de toque, calidad, verticalidad y velocidad con una actuación perfecta
de Gareth Bale, autor de tres goles y una asistencia.
El equipo
de Carlo Ancelotti parece que ya ha dado con la llave que abrió la
puerta al buen juego. Por lo menos en los 45 minutos iniciales, donde
dio una exhibición marcada por dos claves que explican la
transformación del cuadro del técnico italiano, que comenzó su proyecto
con dudas en un sistema que varió en mucho los partidos del inicio de
un curso dubitativo.
La primera, el regreso de Xabi Alonso. Su
ausencia ha sido demasiado larga y probablemente con el donostiarra al
cien por ciento desde el principio la historia habría sido otra. Ante
el Valladolid confirmó su recuperación definitiva y dio toda una
lección. En anteriores duelos ya se avistaba la importancia de un
hombre que debería renovar cuanto antes. Es un pilar.
Xabi
Alonso en forma abarca más campo que nadie. Es la maquina que mueve a su
equipo. Ocupa todo el campo. Su personalidad y su entrega es
indudable. Todo le salió bien frente a cuadro pucelano, testigo mudo de
la exhibición del internacional español.
Y si Xabi está
acompañado de Luka Modric e Isco, todo funciona mejor. Por primera vez,
Ancelotti formó a su tridente más fantasioso y el Real Madrid jugó al
futbol de verdad. La desgraciada lesión de Sami Khedira, una opción
respetable para el centro del campo, puede haber sido definitiva para
que los blancos encuentren un estilo diferente al que parecía
encaminado.
Con ese estilo de control y magia borró al
Valladolid del campo desde el principio. A lo largo del primer acto las
ocasiones se sucedieron con Ángel Di María eléctrico y bien acompañado
por un centro del campo perfecto. Además, Gareth Bale y Karim Benzema,
también entonados, sobresalieron como perfectos compañeros en el
ataque.
El argentino abrió el carrusel de ocasiones del Real
Madrid con un zapatazo desde fuera del área que golpeó con dureza en el
larguero del Valladolid. Fue una de las infinitas oportunidades
blancas en las que colaboró hasta Sergio Ramos, que con tres cabezazos
estuvo a punto de marcar para reivindicarse después de unos días algo
extraños tras su error ante el Galatasaray.
Al final acertaron
Bale, ya en el minuto 33, y después Benzema, dos después. El galés
cabeceó a la red un centro de Di María mal despejado por Mariño,
mientras que el francés, también de un testarazo, cerró el marcador de
la primera parte.
Sin Cristiano responden otros y Bale ya suma
nueve goles en nueve partidos oficiales. Benzema ha logrado un tanto
menos en Liga. Todo es felicidad por la casa blanca, que en el segundo
acto cambió un poco su estilo por culpa del Valladolid. El cuadro de
Juan Ignacio Martínez saltó al campo con ganas de morir en el área de
Diego López.
No lo consiguieron, pero por lo menos dispararon a
portería. Bergdich fue el único que lo logró. En dos ocasiones
inocentes, pero por lo menos hubo acto de presencia visitante en el
área madridista.
Con menos control del juego, el Real Madrid
vivió un poco más al contragolpe, un sistema que también funciona para
los hombres de Ancelotti. Así llegó el segundo de Bale, que coronó su
actuación con otros dos tantos de los que no disfrutó otro de los
mejores del choque, Isco. El malagueño se quedó sin premio, pero volvió
a ser el que deslumbró en los primeros encuentros de la presente
campaña.
El técnico italiano va encajando sus piezas y poco a
poco comienza a ver el fútbol que desea. Toque, velocidad, presión,
fortaleza defensiva y fases de muy buen juego comienzan a verse por el
Bernabéu. El Real Madrid comienza a carburar de verdad. El Valladolid,
fue testigo de un paso adelante blanco. Y también, víctima.
@Jaime_Kaka22
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