Gareth
Bale volvía a disfrutar del fútbol 114 días más tarde. El galés por fin se
enfundaba sus botas para disputar junto con su selección los minutos que tanto
necesita para estar en plena forma.
No
salió en la partida de inicio, pero se esperaba que jugase y así fue, en el
minuto 57, Bale saltaba al césped del Cardiff City Stadium ante sus
incondicionales.
Jugó
por la banda derecha, a pierna cambiada, presumiblemente la zona en la que
jugará con el Real Madrid habitualmente, y sólo tardó tres minutos en dejar el
primer gran gesto técnico, un caño que disparó el balón al espacio para su
poderoso sprint. Tras esto, dos zurdazos, marca de la casa, uno de ellos se
marchó rozando el poste. Pero su mejor disparo fue un trallazo de libre directo
que cogió un gran efecto, el portero de serbia, Vladimir Sotjkovic, salvó el
que hubiese sido el golazo de la noche con una gran mano.
En
los minutos que estuvo en el campo, fue el mejor de Gales, pero también se le
vio falto de ritmo, aunque con el privilegiado físico que tiene no le costará
mucho estar a su mejor nivel.
También
durante esos 33 minutos en los que permaneció sobre el terreno de juego hubo
tiempo para el susto, tras una dura entrada a su tobillo de Milivojevic.
Ahora,
según él mismo publicó en su twitter no puede esperar para estar con el Madrid,
ni nosotros por verle.
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