En el parte
médico que se publicó cuando Varane se lesionó el pasado mes de mayo, se
indicaba que el jugador tenía una ‘lesión meniscal’, al no ahondar en la
cuestión se dio por hecho que se trataba del menisco interno. Pero según se ha
podido saber en las últimas horas, el francés se rompió el menisco externo.
Fue el propio
Varane quien pidió al Real Madrid que no hiciese pública la gravedad de la
lesión.
La diferencia
existente entre una lesión y otra es que la rotura del menisco externo supone
una rehabilitación más complicada, llevando consigo un periodo de baja
superior, cerca de un mes más. El jugador siempre se ha mostrado optimista en
cuanto a los plazos, incluso llegó a decir que estaría listo para entre el 10 y
el 15 de julio. Pero su rodilla derecha no responde y cada vez que se ha
intentado unir al grupo se inflama. Este hecho preocupa no sólo al defensa sino
también al club al ver que no se cumplen los plazos de recuperación.
Pese a todo
esto, el propio Varane mandó un mensaje de optimismo en su red social: “Mi programa de recuperación y de refuerzo de
la rodilla sigue igual, sin complicación particular. ¡Aunque tengo ganas de
volver a la competición rápidamente, sé que debo ser paciente para volver aún
más fuerte físicamente”.
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