Tras el
parón veraniego llega la Formula 1 al mítico circuito de Spa (Bélgica), uno de
los trazados más antiguos de este deporte y también el más largo del mundial.
Circuito
de baja carga aerodinámica debido a la importancia de tener una buena velocidad
en sus largas rectas. Tiene en la climatología otra de sus peculiares
características. El tiempo es notoriamente variable y dada su longitud, a
menudo llueve en unas zonas del circuito mientras que otras están secas.
La característica
principal de esta pista es la famosa curva Eau Rouge con su brutal desnivel. Esta
curva en clasificación se da a fondo sin tráfico y con el tanque de combustible
vacío, pero en carrera es otra historia. Pocos valientes se atreven a trazarla
sin tocar el freno en los primeros compases de la prueba ya que un mínimo error
te catapulta contra las protecciones y puede ser peligroso. Pero siempre hay
valientes que se atreven incluso a adelantar en esta endiablada curva. Kimi
Raikkonen protagonizó el año pasado un adelantamiento al mismísimo Michael Schumacher
que quita el aliento y Fernando Alonso en 2007 pasó a su compañero de equipo
Lewis Hamilton por dentro en esta curva que hizo levantarse del sofá a la
afición.
Tras la
salida no hay casi espacio hasta el primer giro y los pilotos se encuentran con
una horquilla en la que los toques y accidentes son habituales. En 1998 hubo un
accidente múltiple tras la primera curva y solo terminaron la carrera ocho
coches.
Spa es
una pista de adelantamientos y posee varias zonas en las que es posible pasar
al coche de delante gracias a largas rectas con DRS y fuertes frenadas.
Fernando Alonso no ha conseguido la victoria aún en este circuito por lo que llega motivado. Por su parte Ferrari que lleva sin ganar aquí desde 2009 trae mejoras importantes este fin de semana para lograr conseguir un gran resultado que les acerque al líder Sebastian Vettel.
By @eltigredelsoto
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