Desde el
último partido del Real Madrid en el que el Iker Casillas jugó los primeros
cuarenta y cinco minutos de encuentro, la mayoría de medios ya han dado por
hecho, que el capitán de la selección española será el portero titular a lo
largo de esta nueva temporada.
Pues bien,
tras tres años en los que parece que la ‘prensa’ (ya sabéis a que sector de la
misma me refiero, no merecen ni una enumeración) pintaba lo mismo que el
pastelero de mi pueblo, con todos los respetos a él aunque sea culé, comienzo a
sentir que esas diferencias que separaban a club y medios comienza a
estrecharse, lenta pero constantemente. Con ello no quiero decir que vayan a
hacer ellos las alineaciones como antaño, o eso espero en mi fuero interno,
pero sí que la presión que ejercen hora tras hora, día tras día, puede llegar a
desgastar a la mayoría.
El único
damnificado de aquel tira y afloja entre Mourinho y prensa, no fue Casillas.
Iker tiene muchos amigos en los medios, una gran defensa en la sombra. El
auténtico perjudicado fue Diego López.
¿Puuur qué?
Muy sencillo, porque dejó de importar que fuese español, característica que
parece indispensable para que tengas un ejército detrás de ti, poco importa que
el Real Madrid sea el club más universal del mundo. También dejó de interesar
que fuese un currante nato, que volviese a la que es su casa para suplir la
baja por lesión de Iker, baja que suplió con matrícula de honor. Y todavía más
paradójico, ser canterano, rasgo que todos los que se hacen llamar entendidos
ven como la excelencia en cualquier futbolista, a Diego López no le sirve
porque viene a disputar el puesto al intocable. Se olvidan que el fútbol no
tiene memoria, que no se puede vivir del pasado y que en el Real Madrid no hay
intocables, queremos a profesionales que mueran en el campo, y también fuera de
él, por nuestra camiseta.
Aún hoy, tras
meses de debate me paro a pensar que ha hecho mal Diego para que no le traten
como lo que es, un soberbio cancerbero.
Están los ‘Casillistas’
que argumentan que es el mejor portero del mundo, que es el capitán. El movimiento
del ‘Diego Lopecismo’ replican que el
puesto se gana en el campo, en los entrenamientos, reclaman que la titularidad
se gane por, el término acuñado por Mourinho, la meritocracia.
También podemos
añadir (aunque no sea tan importante como la única realidad, Diego se ganó su
puesto donde hay que ganarlo, en el campo, partido a partido, gran actuación
tras gran actuación) que llegó al Real Madrid hace 13 años, toda la vida
dedicada al club de sus amores, que se marchó porque quería minutos para
crecer, y ¡vaya si creció!, portero revelación de la LFP en 2007 por ejemplo,
muchos minutos y logros con el Villarreal, tras el submarino llegó el Sevilla,
etapa en la que no brilló como debería. Tras estas aventuras regresó a su casa
de la mano de José Mourinho, según el propio portugués le intentó fichar años
antes pero por entonces el Madrid no quiso escuchar su petición. La lesión de
Iker propició el esperado regreso del gallego. No lo pensó, el Real le
necesitaba y él acudía para ayudar en todo lo que le pudiese. Eso, exactamente
eso, es lo que hace un madridista de corazón. Estar cuando se le necesita,
luchar como un vikingo, dar todo lo mejor que tienes para que el equipo llegue
a lo más alto. Diego lo hizo todo, y todo lo hizo de manera sobresaliente.
Yo le llamo
Don Diego porque es un señor, porque trabaja, él habla en el campo. Gran compañero,
no ha querido poner en un compromiso al resto de sus compañeros, no ha hecho
falta que nadie diese la cara por él, si bien es verdad, que no hizo falta,
Mourinho defendió su titularidad hasta el último día y, además, con grandes y
ciertos argumentos, así como varios de sus compañeros y amigos. Quizá con el
respaldo de ciertos pesos pesados, el debate no hubiese sido tan grande, pero
en ocasiones las cosas no son como deberían ser.
Ahora nos
queda comprobar a qué portero escogerá Carlo Ancelotti, para muchos no hay
debate es Casillas el titular, para otros Diego López se ha ganado el puesto a
pulso. Para mí, el cancerbero titular debería ser Diego, acabó la pasada
campaña con grandes actuaciones y debe seguir así, Iker que gané el puesto como
cualquier otro jugador que tras una lesión vuelve al equipo, con trabajo
diario, sin vivir del pasado y ganándose en los entrenamientos y en los minutos
que le diese el entrenador el puesto que perdió a favor de un compañero que se
ganó la titularidad en el campo.
No creo que
ocurra así, sino que más bien será Diego el que tenga que reivindicarse una y
otra vez. Él seguirá en su línea, trabajando, ayudando, apoyando al equipo y
respetando al Real Madrid sobre todas las cosas, como de verdad actúa y siente
un MADRIDISTA.
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