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22 de julio de 2013

Olympique de Lyon, a la sombra de su historia.

 
Corren tiempos duros para el Olympique Lyonnais. Queda lejos ya su época más dorada, aquella que fue desde 2001 a 2008, cuando arrasó en la Ligue1 con siete títulos de liga consecutivos, siete de siete, record máximo de Le Championnat. Ahora, mientras el Mónaco y el PSG pelean por ver quién ficha más caro, el OL hace todo lo contrario: apenas ha gastado en fichajes y quiere vender a su ariete, Bafetimbi Gomis, al que ha apartado del equipo después de que el poderoso killer procedente del Saint-Etienne rechazase ofertas de, entre otros, el Swansea o el Bayer Leverkusen.


Hay que reconocer que durante mucho tiempo, 7 años en fútbol es una eternidad, el ya conocido como método Aulas (el magnífico presidente del club) funcionó a la perfección. Era muy sencillo. Descubrías una perla, la vendías a `precio de oro y la sustituías por otra a precio de saldo hasta que se revalorizaba y la vendías también a precio de oro, cerrando el círculo y abriendo otro nuevo. El mejor, ejemplo, el de pivote: Llegó Essien, se lo llevó el Chelsea por una morterada después de dos años de dominio absoluto en Francia, apareció Mahamadou Diarra, se lo llevó el Madrid por otra pasta, pero Toulalan y Tiago ya estaban preparados en la recámara, y asi ad aeternum en casi todos los puestos, en un estilo copiado por Monchi en el Sevilla. Uno se para a recordar los jugadores que han pasado por el equipo en estos años y se echa a temblar: Coupet, Revelliere, Cris, Abidal, Squillaci, Essien, Diarra, Alou Diarra, Toulalan, Tiago, Kallstrom, Govoy, Malouda, Carew, Fred, Wiltord, el gran Benzema en sus primeros años, Lisandro, Bastos, Pjianic, Lloris... Con ese arsenal, la Ligue1 era un coto privado donde nadie se les atrevía a toser. En Europa siempre estaba (que se lo pregunten a mi Real Madrid), e incluso llegó a unas semis tras eliminarnos. Eran otros tiempos en Lyon (y también en el Madrid).


Ahora estareis diciendo que me olvido de alguien, pero no, Juninho Pernambucano simplemente merece parrafo aparte. El genial mediapunta era mucho más que el mejor lanzador de faltas que han visto mis ojos (sin duda por encima de CR e incluso de Beckham). Él era el que manejaba el equipo, el que lanzaba el último pase, el que la rompía de un zapatazo desde fuera del área. El corazón y la cabeza del OL era Juninho, y su hueco, insustituible hasta ahora. Gourcuff era el llamado a ocuparlo, pero se ha estancado en una mediocridad de la que cada vez parece más dificil que salga.


¿Qué queda del gran Lyon de aquella época? Muy poca cosa, apenas el portero de 34 años Vercoutre, que, encima, se lesionó la rodilla el pasado Marzo. En 2008 el círculo de Jean Michel Aulas giró por última vez. A la temporada siguiente perdió la Ligue1 ante el Girondins de Blanc, y los fichajes que vinieron no sustituyeron a los que se fueron, como había pasado hasta entonces. Makoun no funionó, Gourcuff no cumplió con todo lo que prometía y otros como Ederson, pues, en fin...¿os suena de algo Ederson?

Este año, el OL apenás se ha gastado dinero en fichar, está haciendo la pretemporada con 7 juveniles y resulta muy dificil señalar a un jugador que marque la diferencia, más allá de veteranísimo Revelliere, el delantero Briand o Dabo, el lateral que militó en el Sevilla y lo que pueda aportar la garra de Lisandro López. Dificl papeleta la de Remí Garde.

El único dato que puede animar al aficionado del OL es la construcción, ya en marcha, del nuevo estadio, el Stade dels Lumieres, que con sus más de 60.000 espectadores sustituirá al viejo y mítico Gerland. Poco consuelo para un club que se había acostumbrado a arrasar. Malos tiempos en Lyon.

Por @Dani_LQDM

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