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15 de mayo de 2013

¿Paso atrás?


La temporada agoniza y los rumores surgen como flores en primavera: variados, de todos los colores, incluso unos germinan y otros mueren en el intento. 

También, y comparando la naturaleza con los movimientos del mercado, muchos de ellos acaban triunfando para convertirse en los más admirados del prado mientras otros muchos acaban pisoteados  o agonizan por la no adaptación a su nuevo medio. 

Se dice que Radamel Falcao se ha visto seducido por el Mónaco, el equipo ya de primera división francesa cuenta con una chequera inquieta, con ganas de invertir, y parece que quieren al colombiano como eje de un megaproyecto que se llevará a cabo por la vía rápida que marcan las inversiones millonarias. 

La Ligue 1 no es la liga más atractiva para un jugador de talla mundial y menos aún un club que acaba de ascender de categoría. Los millones son la clave y la llave que abre muchas puertas. El ánimo de derroche tiene como pensamiento más optimista ascender a lo más alto en poco tiempo y el Principado de Mónaco cuenta con las características apropiadas para llevar a cabo un equipo exclusivo. 

No todo son ventajas, y es que en estos años hemos podido ver como el dinero no lo es todo. A veces las carteras andan tan llenas que empachan la ilusión y los grandes proyectos acaban pisoteados por el trabajo diario. En muchas ocasiones la línea recta no es el camino más corto y repartir cheques en blanco es ahorrar trabajo necesario. Falcao puede verse seducido por los millones o incluso encontrar en Mónaco un puente desde el que emprender el viaje hacia el Real Madrid, trayecto cuyo billete no puede sacarse desde el Vicente Calderón. El no jugar Champions y marcharse a una liga "menor" respondería a una apuesta a largo plazo o a una fuga más cercana a algún club donde Cerezo no le quiera ver. 

Lo que es seguro es que estamos ante un proyecto ambiguo y que encontrará en París su espejo más cercano. El triunfo puede llegar si aparte de grandes inversiones la receta incluye trabajo y una buena dirección. Del mismo modo el golpe puede llegar y es más fuerte cuanto más cuantiosa haya sido la inversión. El City de Mancini como ejemplo. 

El futuro es incierto y el balón nos dará o arrebatará la razón. Radamel es un hombre con sentido común y sabrá elegir su destino ante la voz popular que opina que de marcharse a Francia daría un paso atrás en su carrera.


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