Durante el pasado fin de semana, la
actualidad deportiva madridista estuvo más pendiente del baloncesto que del
deporte rey en nuestro país. Nosotros, para no ser menos, dedicamos la “Leyenda del Madridismo” de esta semana
a un grande del baloncesto español y merengue, al mejor alero que ha dado el
basket español en los últimos treinta años: Alberto Herreros.
Herreros nacía en Madrid el 20 de abril
de 1969, sus primeros pasos en el mundo de la canasta los dio en el equipo de
los Menesianos de Madrid. Allí, se comenzó a vislumbrar el extraordinario tiro
exterior del que hizo más tarde gala a lo largo de su carrera, a pesar de que
en aquella época jugaba como pívot. El C.N Canoe y el Fuencarral fueron sus siguientes
equipos, en los cuales se forma hasta que el Estudiantes se fija en él y decide
incorporarle a sus filas.
En el equipo estudiantil debuta a los 20
años, permaneciendo allí durante ocho temporadas, llegando a ser el símbolo y
estrella del equipo. Con los colegiales alcanzó la madurez, dando el siguiente
y definitivo paso en su carrera como jugador fichando por el Real Madrid en la
temporada 1996/1997.
Con el equipo blanco consiguió sus
mayores éxitos deportivos, dos ligas y una Copa Saporta. Tuvo la mala suerte de
coincidir con una etapa muy complicada de la sección dentro de la institución
merengue, aún así, esto no fue ningún freno para que el madrileño sea una
estrella del baloncesto y uno de los jugadores más queridos y añorados por la
afición madridista.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYYkZAENgW4MGpK1hvTwsscsU3JezDB_EoH0MTy1Ryh9SDvXMpLDWRRVwfcJZ-M_9yjAN8tKCohBReP5ORM5e_jNNLf7-fYmVk_4QLgNzxqJS81dO2r64wziuCDzFRYTbQ86uRWUlIo6F-/s320/herreros3.jpg)
Llegó a ser el capitán del Real Madrid no
sólo por sus méritos como jugador, uno de los mejores tiradores de la historia
del baloncesto español, en sus comienzos, era un anotador técnico, penetrador, rápido, puro, mientras que en
su última etapa su especialidad fue el tiro exterior. Pero, además de esto, era
cerebral, sabía manejar los tiempos y era un jugador muy óptimo defensivamente.
Un jugador y un capitán total, respetado y querido a partes iguales por
compañeros y afición.
Con la
selección nacional ganó dos medallas de Plata en los Eurobasket de 1999 y 2003,
sumando 172 internacionalidades, participando en JJOO y siendo el máximo
anotador del combinado español en el Mundobasket de 1998.
Tuvo
ofertas de la NBA, los Pacers le invitaron a hacer una prueba pero nunca estuvo
en el draft. Herreros siempre ha declarado que nunca le llegó a seducir la idea
de jugar en “la mejor liga del mundo”.
Todavía
hoy sigue siendo el máximo anotador histórico de la ACB, con un promedio de
16,5 puntos por partido. También tiene marcas históricas en minutos jugados,
recuperaciones y en triples, con la mejor marca del baloncesto español con sus
1233 tiros de tres anotados.
Para el
recuerdo, el de la mayoría de madridistas que lo vieron y el mío propio, su
última canasta como jugador profesional. Últimos segundos del quinto partido de
la final de la ACB entre Tau y Real Madrid, un triple que valía un título, el
último título de su carrera, el último partido que jugó y él lo metió, llevando
el éxtasis a miles de aficionados, a sus compañeros, a su familia y a él mismo.
El héroe del partido, el broche de oro para su carrera, el ídolo de los
vikingos. (Yo aún recuerdo dónde lo vi, cómo lo viví y cómo lo celebré).
Tras despedirse del baloncesto en activo,
Herreros se incorporó al equipo técnico de la sección de baloncesto del Real
Madrid, una vida dedicada al club que todos queremos, por ello:
by
@lareinaDesparta
No hay comentarios:
Publicar un comentario