El Capitán sin brazalete

El partido del domingo nos dejo mucho, la perla malagueña haciendo de las suyas, Cristiano a lo suya “suma y sigue”, Diego López haciendo de cada partido un escenario para mostrar que es uno de los mejores porteros del mundo y así podría seguir con un cada vez mejor Di María, con Illarra, Carvajal… Pero hoy quiero escribir sobre un jugador que ha sido discutido, odiado y querido a partes iguales, el Espartano, Álvaro Arbeloa.

Hace ya algunos meses escribí sobre el mismo jugador y el mismo tema, ‘El Capitán Espartano’. En aquel momento ese madridismo salvaje suyo con el que defendía al entonces entrenador, José Mourinho, le trajo muchos problemas, un sector de la prensa que tiene mucha repercusión le comenzó a dar hasta “en el carnet de identidad” y parecía que cada partido era un examen para el lateral del Madrid, pero ya no sólo se hacían eco del aspecto deportivo, sino que también apuntaban en la dirección de las redes sociales del jugador y ¡también de su mujer!, parecía que en la figura de Arbeloa no valía ser ni español, ni canterano, ni campeón del mundo.

Ahora, aunque durante la pretemporada y los primeros partidos seguían los mismos devastadores comentarios hacia la persona del Espartano, pronto parece que se están cambiando las tornas. 

He esperado unos días tras la resaca de la victoria ante el Getafe para escribir estas líneas. He querido ver y leer todo o casi todo de lo que se ha dicho y escrito del ‘17’ y os puedo decir que la corriente está cambiando. Y lo está haciendo a favor de Arbeloa, de un jugador que está demostrando partido a partido que va recuperando su mejor versión, no sólo cumple, sino que convence, ya sea en la banda derecha o en la izquierda. Se está ganando la total confianza de Ancelotti, aunque, bueno, es algo que algunos no dudábamos ya que siempre se ha ganado a todos y cada uno de los entrenadores que ha tenido, desde Del Bosque a Mourinho, pasando por Benítez y ahora Carlo.

Pero es que, además de todo esto, Arbeloa vuelve a demostrar, una vez más, que tiene alma de capitán. El Espartano sabe como nadie lo que es hacer equipo y lo que vale que el Bernabéu esté contigo, te apoye, te ovacione. Los pitos a veces motivan pero, en la mayoría de ocasiones, hace que los jugadores se vayan del campo tristes o enfadados. El domingo volvía a pasar, Karim Benzema fallaba alguna que otra ocasión a priori clara y el runrún en la grada comenzaba. Tras una jugada en la que los pitos eran más persistentes, el ‘17’ fue hasta donde estaba el francés  frente al fondo sur arengó al Bernabéu para que cambiasen los pitos por aplausos, porque eso es lo que necesita el francés el cariño de su afición y Arbeloa lo sabe. Cuando Benzema fue cambiado, el defensa volvió a acercarse a su compañero y volvió a pedir los aplausos de la afición que no dudo en apoyar la petición del canterano.

A esto también podemos sumarle los continuos mensajes de apoyo que manda cuando sus compañeros más lo necesitan, como Xabi o Granero. Que da la cara siempre por cada uno de los integrantes del equipo, parafraseándole, él sí “que se parte la cara por el Madrid”.

Este gesto espontáneo de Álvaro con Benzema ha hecho que muchos de sus detractores le aplaudan. Qué vikingos como Guti proclamen los que muchos venimos pidiendo y diciendo desde hace tiempo, que Arbeloa sería un gran capitán. Y que los que le hemos apoyado desde el primer día, en los buenos y sobre todo en los malos momentos saquemos aún más pecho por nuestro Capitán sin brazalete.