/

6 de junio de 2013

Leyendas del Madridismo: Chendo



En esta nueva entrega de “Leyendas del Madridismo”, os traemos a un hombre que dedicó toda su vida futbolística al Real Madrid, pero que tras colgar las botas, siguió unido al club, y aún lo sigue hoy en día. Toda una vida dedicada al mejor club del mundo, él es: Miguel Porlan Nogueda, conocido como “Chendo”.





El 12 de octubre de 1961 nacía en Totana (Murcia) uno de los futbolistas que más ha dado al Real Madrid a lo largo de su vida, Chendo. Empezó a jugar al fútbol como la mayoría de los niños, en el equipo del colegio de su pueblo. Su sueño desde ese momento fue llegar a convertirse en un gran futbolista y puso todos los medios para conseguirlo, con 14 años, Chendo falsifica su edad para poder jugar en el Totana Juvenil. Allí fue descubierto por un ojeador del Real Madrid, convocándole para una prueba con el equipo blanco. De aquella prueba sólo un chico llamó la atención de Luis Molowny y Juan Gea, y ese no fue otro que Miguel Porlan “Chendo”.


En sus años como juvenil dio muestras de su entrega y de su sacrificado juego, tal vez no tan vistoso como otros pero muy efectivo. Del Juvenil pasa al Castilla en 1980, siendo convocado para entrenar con el primer equipo en numerosas ocasiones. 


Su debut se produjo por la huelga de futbolistas profesionales de primera división, el 11 de abril de 1982 frente al Castellón, salió por el lesionado Michel. La temporada siguiente, de la mano de Alfredo Di Stéfano se consolida como lateral derecho del primer equipo, manteniéndose en la plantilla blanca durante 16 temporadas. En su primera temporada fue subcampeón de Liga, Copa, Copa de la Liga, Supercopa y Recopa.




Sin embargo, si logró alcanzar la gloria ganando en sus 463 partidos oficiales: 7 Ligas, 2 Copas del Rey, 1 Copa de la Liga, 4 Supercopas,  2 Copas de la UEFA y una Copa de Europa.


Su partido para el recuerdo, el más brillante de todos ellos, fue en un Real Madrid-Nápoles de Copa de Europa, en la temporada 1987/88, en el que ‘secó’ a Maradona.

Chendo, jugaba con una rodillera a pesar de no estar lesionado por una promesa tras la trágica muerte de su hijo. Tal vez no brilló, no será recordado junto a los grandes nombres, pero sí que era un jugador notable, que lo daba todo en el terreno, y que cumplía su papel a la perfección. 


Tras su retirada declaró: “Me voy con la alegría de haber conseguido el sueño de cualquier niño: llegar al Real Madrid, mantenerme durante muchos años y terminar la carrera en este gran Club, ¿qué más se puede pedir?”. En la actualidad, Chendo sigue ligado al club, siendo el delegado.



¡MUCHAS GRACIAS POR TODA UNA VIDA VIKINGA, CHENDO!


by @lareinaDesparta

No hay comentarios:

Publicar un comentario