El olor especial de la Champions se nota
desde que te despiertas, abres los ojos y notas esa sensación única que recorre
todo tu cuerpo, un escalofrío y piensas ‘sí, hoy es día de Champions, hoy juega
el Real Madrid’. Seguro que sabéis a lo que me refiero, lo habréis notado esta
mañana al despertaros, habréis notado que hoy no es un martes cualquiera, que a
las nueve menos cuarto todos estaremos pendientes de la televisión, radio o
internet, que nuestros corazones no estarán dentro de nuestros cuerpos, estarán
a miles de kilómetros de distancia en Turquía y nuestras voces no serán
nuestras voces hasta que abramos la lata y el primer ‘¡goooooooooool!’ salga,
no de nuestras gargantas, sino desde nuestras mismísimas entrañas.
Siempre hemos reinado en Europa, desde que Di Stéfano llegara al Real Madrid se nos conoció como los vikingos porque arrasábamos por Europa como los vikingos lo hicieron antaño y aún en nuestros días Europa entera teme a “los vikingos del Real Madrid”. Si bien es cierto que no siempre ha sido así, hemos tenido crisis pero siempre hemos resurgido de nuestras cenizas, la última la pasamos hace no mucho, parecía que no podíamos pasar de octavos, daba igual que fuese el Lyon, la Roma o el Liverpool, todos se convertían en nuestros cocos al llegar la fatídica eliminatoria de Champions y esa pérdida de la ilusión en el aficionado blanco era insostenible, ¿cómo un merengue podía resignarse temporada tras temporada con la eliminación de su Madrid en octavos? Y tuvo que llegar un portugués, “El Portugués” para romper este particular maleficio. Desde que Mourinho llegó son dos semifinales consecutivas y la final no pudo ser por un robo del Pep-team y la lotería de los penaltis en la otra ocasión.
Ahora tenemos en nuestra mano la tercera
semifinal consecutiva, con un resultado muy a favor conseguido en la ida pero
con cautela porque no hay nada imposible. Si pasásemos sería un pasito más para
la ansiada Décima, tal vez ese ansia es el que nos ha frenado en más de una
ocasión, pero la orejona y el Real Madrid están hechos el uno para el otro, no
hay nadie que tenga más que nosotros, como también es un jugador nuestro,
Gento, el jugador que más tiene en su haber. Y es que en la relación de amor
entre la Copa de Europa y el Real Madrid se conoce el principio pero no el
final, la continuación espero que sea esta temporada, al grito de “este año sí”
abogo porque el camino de la Décima está siendo difícil, primero nos tocó “el
grupo de los campeones”, luego el Manchester United, ahora el infierno turco y
que nos deparará el futuro si finalmente pasamos no lo sabe nadie, pero espero
y deseo que en el final de este trayecto se encuentre Wembley, Mourinho
manteado por sus jugadores, Cristiano consagrándose como el mejor jugador del
mundo, Iker, Ramos o el que sea el capitán ese día levantando la orejona, la
Cibeles engalanada para la ocasión y millones de madridistas por todo el mundo
celebrando lo que tanto esfuerzo costó y por fin se consiguió.

¡Hasta el final vamos Real!
by
@lareinaDesparta
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